Ahora no me digan que está corto ;_;

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Había pasado una semana desde que Inoo vio a Ryutaro y cada día pensó en él con más frecuencia. Aquel día se quedó a su lado hasta que su hermana llegó, hubiera querido pasar más tiempo con él, abrazándolo y acariciar sus manos pero con la presencia de la chica era imposible. Tenerlo al menos contra  suyo había sido tan cálido y Ryutaro se veía tan cómodo con eso que se dejó hacer muchas cosas, como dejar que Inoo lo volviera a masturbar mientras veían televisión, eso le permitió a Kei ver cómo se mordía el labio inferior para aguantarse los suspiros. En verdad fue un buen día, a excepción cuando se fue y se permitió encender el celular, tenía demasiados mensajes y llamadas perdidas de Daiki. Se estaba convirtiendo en un mentiroso profesional ya que no le costó nada mentirle a su novio y estar frente a él como si nada hubiera pasado. En los siguientes días Ryutaro no lo contactó, fue él quien tuvo que ir tras él, llamarlo a veces y enviarle mensajes aunque los trabajos de la universidad no le dieran el tiempo suficiente.

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¿Pues qué creen? ¡Vi a Ryutato! Después de tanto tiempo  (╥﹏╥) Fue hermoso, saqué muchas capturas para mí. No entendía ni un carajo de lo que decían pero ya qué... 

Sigue igual (? aunque tenga un poco de bigote no le quita la cara de bebé que tiene jajajaja ♥ Me quedé despierta toda la noche (no pudo dormir pensando que se quedaría dormida), pero valió la pena.

Solo les quería presumir. Dejo una de las capturas que hice.Si es tan lindo ಥ_ಥ que me hace shórar~

Si la descargan la pueden ver más grande :) ♥

Inoo quería cosas que no debería codiciar  y aquí estaba, besando un cuerpo que no le pertenecía, engañando al que dijo sería el amor de su vida, que nadie existiría en su cabeza mientras estuviera con Daiki, incluso siquiera se imaginó un futuro sin él, pero ahora todo era muy distinto. Daiki no estaba en su pasado, presente ni futuro cuando sólo podía pensar en probar cada rincón de este cuerpo, del cuerpo de Ryutaro. Pasar la lengua sobre uno de sus pezones causó una excitación en su lengua, fue algo maravilloso. Una sensación que recorrió su abdomen aumentando su libido, su miembro que reaccionaba poco a poco, no era notorio pero si sentía un cosquilleo en el abdomen, lo que causaría una erección muy pronto. Se entretuvo con aquel pezón izquierdo mientras sus brazos abrazaban la delgada cintura del menor. Su piel era tan suave que recordar también la de su miembro le incitaba a continuar ya que era ahí a donde quería llegar, pero quería desesperar a Ryutaro, quería enseñarle cosas nuevas que seguramente Kota no hizo. Lo sentía tenso, quería relajarlo y si iba de a poco él no se arrepentiría de lo que hacían. 

Sentía en su cabello cómo Ryutaro le empujada muy débilmente. Cuando se alejaba de su pezón con una suave succión el menor parecía desear que volviera, ya que su pecho se elevaba hasta que la carne rozaba los tibios labios del mayor.

Publico tarde e.e pero por lo menos aún es sábado XD
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Las miradas concentradas en ellos eran escalofriantes. Daiki logró ver a muchas chicas -novias de Kei, como él pensaba- mirarles entre la sorpresa y la fascinación. 
Maldición, solo había ido por su almuerzo. Kei no tenía que armar tanto alboroto por algo tan simple. Se hubiese comido lo que no le correspondía pero su madre hacía comidas distintas, Kei comía muchas cosas que él no. Y estaba seguro que el mayor esto no lo sabía. 
Su madre se esforzaba por que fueran una familia, aunque no lo entendía del todo.

Kei le soltó cuando se hallaron a solas en la parte trasera de uno de los edificios. No había ventanas, solo un pequeño patio con un árbol. Las piedras sonaron cuando el menor le haló, pues intentó detenerse para no estar muy cerca del otro. Kei se veía furioso. Entendía que se avergonzara de su padre y de él, pero había cosas que no se podían evitar.

-¿Qué pretendes? Te gusta molestar, ¿verdad? -Daiki miraba cómo su hermano se despeinaba y daba vueltas en círculos. Era un total exagerado.

-No seas idiota -tal revelación al mayor le colmó solo un tanto la paciencia- ¿Crees que es mi culpa? Fuiste tú quien salió disparado esta mañana y tomó la caja equivocada.

Siento que hace mucho no actualizaba, incluso me desesperaba ;_; frustrada por no poder darles actualización de nada, complicándome con otras historias. Esto es desesperante pero hoy pude escribir algo y aquí se los dejo. Y como ya he puesto en capítulos anteriores las cursivas pertenecen al pasado. De a poquito se irá revelando el verdadero pasado de Ryutaro ;D Espero les guste *-* saluditos.
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-¡E—espera! –No había pasado tanto tiempo desde que su cuerpo semidesnudo se apegó a la pared, pero ya comenzaba a ser incómodo- No seas tan brusco, mañana debo trabajar… -Ryosuke se quejó apoyando las manos en la pared.

Ryutaro suspiró con la cabeza sobre la espalda de su acompañante, desesperado por entrar en él cuando tenía aquellos glúteos a su disposición. Al llegar al departamento del otro lo primero que hicieron fue devorarse a besos y con entusiasmo desvestirse, feliz de que el dueño del departamento solo portara una camiseta lo suficientemente holgada para dejar a la vista sus hombros. Casi la destroza queriendo bajarla para besar más piel a la vista. Se conocían de hace meses pero Inoo desconocía su amistad. Las circunstancias en las que se conocieron realmente fueron extrañas, algo locas cuando Ryutaro trabajaba en un estudio y un chico aparentemente famoso se le acercó. No fue una amistad, solo algo casual en dónde Ryutaro se dio cuenta de la manera en que le miraba y se aprovechó de eso.

-Entonces hazlo por tu cuenta –suspiró acalorado, estaba acelerado y caliente. El chico unos centímetros más bajo volteó a mirarle, estaba despeinado y sonrojado. Le tomó de la mano y lo guió directo a la habitación. Ryutaro aún portaba sus calcetas y bóxer con una clara erección debajo. Se dejó hacer, incluso que le tirasen boca arriba sobre la cama, fue cuando sintió el cansancio regresar a su cuerpo- Ryosuke… -el nombrado lo miró de vuelta luego de estar hipnotizado con la erección que se marcaba bajo esa tela delgada, y no muy a gusto se acomodó sobre él. Ryu no puedo evitar sonreír.

Había sido jodidamente imposible ignorar los mensajes de Inoo. El día después de hablar con Daiki no se molestó en encender su celular. Se había planteado no faltar a su palabra, aun así estuvo tentado a encender el aparato y revisar si Inoo había enviado algo más. No era fácil olvidar lo que sucedió en el departamento, y a pesar de que Yabu fue quien dominó su cabeza aun sentía las suaves manos del arquitecto sobre su pene. Había sido una sensación única, pues nunca nadie le había tocado de aquella manera, mucho menos Kota, entonces comenzó a comprarlos. Toques suaves contra bruscos, labios dulces contra unos resecos que aún lograba sentir. No fue nada agradable comprarlos pero tener nuevamente el deseo de tener lo que no le pertenecía era una gran fantasía, imaginando que su mundo dejaría de ser tan lamentable.

El golpe a su puerta lo regresó a la realidad.

–Tienes una llamada –Su madre se asomó con una sonrisa. Desde su ausencia en la música ella se había comportado dulce todo el tiempo, le consentía y defendía en las discusiones con su padre, y se lo agradecía regalándole una sonrisa. Su perezoso cuerpo se levantó de la silla para alcanzar el teléfono– Es Inoo –intentó evitar la mueca. Maldito sea Inoo y su insistencia. 

Cuando llegaron al departamento de Yaotome, Keito supo que no saldría de ahí hasta concretar con lo que más deseaba Hikaru, y aunque fuera una total mierda seguir con todo eso ocultándole algo tan importante como lo que crecía en su vientre, no hizo más que corresponder todos aquellos besos y caricias con toda la pasión que sentía por el mayor.

Sus sentimientos comenzaron a engañar a su mente, todo momento de intimidad entre él y Yaotome, Keito se hacía la ilusión de que lo que expresaban en cada beso era amor, o por lo menos algo bastante fuerte y no simple desahogo de sexo como acordaron desde un principio. Estaba claro que Hikaru había roto el trato al mezclar sus celos, ¿pero qué podía reprochar él? El cariño que le tenía iba mucho más allá de su razonamiento. Su cuerpo actuaba por sí mismo, al igual que su boca. Por más que intentaba decirle que se detuviera se empeñaba más en profundizar el beso. Y dejó a un lado el lio en su cabeza para disfrutar mejor, dejando de contar los minutos cuando unos dedos tocaron su miembro semi erguido.
..

Marzo 27, 2008

El eco de los pasos y el reflejo sombrío a través de la ventana del corredor hacían juego con aquella mañana lluviosa. Su inexpresivo rostro reflejaba el revuelco de emociones y sentimientos, sin dejarle decidir por uno y disfrutar de él. Sin saber cómo actuar en cada ocasión. Demostrando lo demente que estaba al querer permanecer aún con la sangre de su víctima en las ropas que cargaba. Incluso su rostro mostraba vestigios del golpe del jarrón. La herida se había cerrado momentáneamente gracias a la coagulación, y sí, había perdido bastante sangre gracias al corte, pero la adrenalina de ver a aquel joven de cabellos anaranjados fue una satisfacción tan grande que su sonrisa no se borró en varios minutos, incluso al recordarlo lograba crear una mueca en sus labios, intentando evitar el sonreír y reír fuertemente. 

Había dejado el Tanto a propósito. Era un desquiciado y el solo imaginar que Takaki Yuya ahora le buscaría le excitaba. Podría jugar incluso mientras trabajaba. Lo disfrutaría el doble. Cortar esa piel, ver la sangre fluir mientras el desfigurado rostro de Yuya -gracias al dolor- no dejara de mirarle con odio. Se estremecía con tan sólo imaginar cómo el tono de su voz se ahogaría con sangre, sus manos sudaban y su respiración se agitaba, escuchando a su corazón retumbar en su cabeza.

Debería poner "Flash back" y "Fin flash back" :v pero ya saben que los párrafos en cursiva pertenecen al pasado(?) Viva el Ryutaro x All! 
El tiempo iba en su contra, en ese momento estaba poniéndose  las zapatillas de manera torpe, casi tropezando por ello. Se llevó un gran susto al salir de casa, pues un chico con un bolso a cuestas parecía intentar meter el periódico en el buzón.

Se analizaron confusos por unos segundos, pues Ryutaro no dejaba de mirar aquel lunar bajo su ojo, reparando luego en lo que el chico sostenía en la mano.

-Lo siento –sonrió, avergonzado por estropear su labor y estiró una mano hasta tomar el montón de papel- Gracias. –se inclinó y el otro se puso de pie para hacer lo mismo.

Aunque sus miradas se encontraron tan solo por un par de segundos, aquello había sido agradable y cálido para el desconocido. El chico qué llevaba prisa terminó cerrando la puerta rápidamente antes de bajar las escaleras.

-¡Ryutaro! –Inoo salió de su bloque al escucharle salir, viendo ya al nombrado tomar su bicicleta- ¡¿Ya desayunaste?! –preguntó cargándose en la baranda al mirar hacia abajo.

-¡No hay tiempo! –gritó antes de subir a su bicicleta, mirando al pelinegro al avanzar y despidiéndose con la mano en alto. Sin poder evitar también mirar al desconocido que ahora bajaba la escalera, con el cual volvió a cruzar miradas antes de prestarle atención al camino.

-Cielos, ¿cuándo será que despierte temprano? –se quejó repentinamente Inoo, pero antes de regresar a su departamento miró hacia abajo y se fijó en que el repartidor del periódico miraba en la dirección que su vecino había tomado, algo que comenzó  a incomodarle.
...

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